Aplausos para el equipo campeón, no faltan. San Antonio del Callao es una escuadra diferente y esto quedó marcado en cada uno de los partidos disputados a lo largo del torneo.
La palabra “equipo” encaja perfecto para ellos, porque eso es lo que son. Desde el comando técnico, hasta todos los jugadores de la plantilla, San Antonio es un verdadero grupo humano y, definitivamente, un justo ganador del título.
Al parecer, el hecho de ser un colegio acostumbrado a jugar finales y ganarlas, pesó mucho en el encuentro de ayer. El Junior –dignísimo rival- sufrió muchísimo en algunos pasajes del encuentro debido a su poca experiencia, experiencia que -al equipo de Marco Valdizán- le sobra.
En el arco, San Antonio sabe que tiene una garantía. Renzo Languasco es un portero muy seguro y aparece en los momentos en los que más se le necesita.
En la defensa, dos caudillos lideran desde atrás a todo el equipo. Johan Zayme y Carlos Blas, jugadores que ya habían obtenido el título de Mayores, contaban con la experiencia necesaria para brindar seguridad en la zaga. A su lado, Henríquez y Washin se complementaban a la perfección.
En el mediocampo, Aldair Perleche se come la cancha y bloquea cualquier intento rival gracias a su velocidad y entrega. A su lado, Angel García ordena al equipo y apoya mucho en la marca. Por las bandas, los porteños cuentan con dos trabajadores incansables, que son Pinedo y Franco. Un poco más arriba, tenemos al cerebro del equipo: Diego Ramírez. El “10” hace honor al número que lleva y es la manija de su equipo.
Arriba, existe un jugador que sabe valerse por sí solo. Francis Segura es un delantero de área que juega muy bien de espaldas al arco y es muy efectivo de cara al gol. Es una pieza clave en la alineación de su colegio.
Por último, el estratega y su sistema de juego dan mucho de que hablar. Marco Valdizán es uno de los mejores entrenadores de menores de la actualidad y esto lo ha demostrado con títulos. El “Gato” y su efectivo 4-5-1 han dejado marcas en San Antonio, que se muestra como un equipo generador de mucho fútbol y con solidez en la marca.
Y es que más sabe el Gato, más saben Zayme y Blas, más sabe el San Antonio, un equipo acostumbrado a jugar finales, acostumbrado a ganarlas. La experiencia siempre pesa y esto se demostró ayer.
Aprovecho la oportunidad para felicitar a todo el plantel del colegio porteño, así como para destacar la gran labor realizada por el rival, el colegio Junior. Finales como la de ayer, no se pueden repetir.
martes, agosto 18
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